Remus Gabriel Anghel et Toma Burean

La nueva diversidad étnica de Cluj: los estudiantes musulmanes y moldavos

Cluj es una ciudad que presenta un número creciente de estudiantes extranjeros. Este fenómeno en aumento tiene tres causas. En primer lugar, se debe al gran número de plazas especiales y becas dirigidas a los estudiantes de la República de Moldavia que quieren estudiar en Rumanía. Por ejemplo, en Iasi hay seis mil estudiantes procedentes de la República de Moldavia. En Cluj hay alrededor de mil estudiantes que se benefician de este tipo de becas ofrecidas por el Estado rumano. El segundo factor tiene que ver con las tasas académicas de la Universidad de Medicina y Farmacia Iuliu Hatieganu, que rondan los seis mil euros anuales, la menor cuota anual que un estudiante extranjero paga en una facultad de medicina de la Unión Europea. Los que finalizan sus estudios en esta facultad tienen la oportunidad de obtener un diploma médico reconocido por la Unión Europea. Otro programa que atrae a los estudiantes extranjeros a Cluj es el Erasmus, que ha creado un marco por el que estudiantes de la UE pueden venir a Cluj durante seis meses o un año para estudiar en las universidades de la ciudad. El número de este tipo de estudiantes aún es reducido, alrededor de 100, pero va en aumento.

Hasta hace poco tiempo, Rumanía no era un país receptor de inmigración, cosa perceptible también en Cluj. No obstante, a diferencia de otras ciudades de la provincia, el número de extranjeros es mayor y esto se debe especialmente al centro universitario y, más recientemente, a los inversores extranjeros en lo que se conoce como el fenómeno migratorio empresarial.

En este texto describimos un fenómeno incipiente en Rumanía y en Cluj. Nos proponemos descubrir, a través de entrevistas, las modalidades de integración social de los estudiantes extranjeros. A continuación presentamos algunos datos sobre el fenómeno migratorio en Rumanía, con la situación de los estudiantes musulmanes y de la República de Moldavia, que representan los grupos más numerosos de estudiantes extranjeros en Cluj.

Los inmigrantes de Cluj

Según datos de la Oficina de Inmigración de Cluj, el número de inmigrantes ha aumentado de 1.600 en el año 2003, a 4.000 en 2008 y 8.000 en 2009. Los datos de 2008 indican que la mayor parte de extranjeros procede de Túnez (864) y Moldavia (864), seguidos por los turcos (358). En 2009, los cálculos estiman que 5.000 inmigrantes provenien de la Unión Europea y 2.908 son de fuera de la Unión. En 2010, la misma Oficina informa que 2.124 extranjeros tienen permiso temporal de residencia para estudios [Cluj4all, 7 de abril de 2010]. El número de estudiantes extranjeros que llegan a Cluj está en continuo aumento, especialmente después de la adhesión de Rumanía a la Unión Europea. Gran parte de ellos han elegido estudiar en la Universidad de Medicina y Farmacia Iuliu Hatieganu. Solamente en esta universidad hay 1.600 estudiantes extranjeros, en su gran mayoría musulmanes o ciudadanos de la República de Moldavia.

Los estudiantes musulmanes

La presencia de los estudiantes procedentes de países árabes se remonta a la época comunista. Fueron atraídos por unos costes de vida relativamente bajos y por la calidad de los estudios, pero también por una colaboración favorable entre Ceauşescu y los dictadores de Túnez o Libia. La imagen que transmitían estos estudiantes en la época era de extranjeros adinerados y seductores. En la década de los noventa, su número empezó a reducirse de forma drástica. En el año 2000, las autoridades informaban de la existencia de 413 estudiantes procedentes de países con mayoría musulmana (Túnez, países árabes del Golfo, Kazajstán, Pakistán) en Cluj. Esta cifra se triplica a partir de entonces a medida que los estudiantes empiezan a volver a estudiar en Cluj. Así, Marius Bojita, rector de la Universidad de Medicina y Farmacia de Cluj, declaró que en 2003 había 586 estudiantes extranjeros en la Universidad, y 1.552 en 2008. Algunos datos de 2009 apuntan que el 84% de los estudiantes extranjeros de la Universidad de Medicina eran tunecinos. Un 47% del total de estudiantes de Cluj eran musulmanes. En Cluj, en la Facultad de Medicina hay 1.000 estudiantes en la modalidad de enseñanza en lengua francesa y 600 en la de lengua inglesa, de los cuales 200 son suecos. Mientras que los médicos rumanos emigran a Francia, Suecia, Alemania o Gran Bretaña, los estudiantes franceses vienen a estudiar medicina a Cluj. Un estudiante francés opinó que las escuelas francesas de medicina son elitistas, mientras que en Cluj los profesores son abiertos y les gusta enseñar.

La mayoría de los estudiantes extranjeros que vienen a Cluj son musulmanes. A pesar de que sólo 500 musulmanes residen oficialmente en Cluj, a estos se les suman 1.000 estudiantes más a principios de cada año universitario. En 1997 se inauguró la primera mezquita de la ciudad. Su imán fue también estudiante de medicina. Nos cuenta que los estudiantes no vienen mucho a la mezquita y que se alejan del camino que enseña la religión. Encontramos la misma impresión publicada en los blogs y foros de los musulmanes de Rumanía. A los estudiantes se les reprocha que en lugar de estudiar malgasten sus noches en clubes nocturnos y con juegos de azar. Algunos no acuden a la mezquita por miedo a que la población mayoritaria les tilde de fundamentalistas. En una conversación en internet sobre la relación entre los estudiantes musulmanes y rumanos, algunos se quejaban de que los extranjeros llegan siempre tarde o ni siquiera van a clase y que ignoran las normas. La conclusión era que es más fácil para los estudiantes extranjeros estudiar en Cluj porque las normas no son tan estrictas y no se penaliza su incumplimiento. Un estudiante extranjeroreacciona diciendo que no se debe generalizar y que cree que el principal problema entre los estudiantes extranjeros y rumanos es la falta de comunicación o una mala comunicación.

Los estudiantes de la República de Moldavia

El número de estudiantes de Moldavia ha crecido constantemente desde 1991, sobre todo debido a un programa especial lanzado por el Gobierno de Rumanía, que ofrecía plazas especiales y becas para estudiantes procedentes de la República de Moldavia. Las ciudades favoritas de los estudiantes moldavos son Iasi, seguida de Bucarest, Timisoara y Cluj.

A diferencia de los estudiantes musulmanes, muchos de los estudiantes de Moldavia no piensan volver a su país al finalizar sus estudios. Un estudio de 2003 señaló que el 57% de los estudiantes que viven en la República de Moldavia planean abandonar el país y ven su futuro más bien como emigrantes. Algunos estudiantes que llegan a Rumanía buscan integrarse, mientras que otros ven Rumanía como un lugar temporal desde el que podrán trasladarse a un país económicamente más desarrollado. El proceso de integración en la comunidad rumana puede observarse a través de las relaciones de amistad con rumanos, pero también por las actividades culturales y cívicas en las que se implican los estudiantes moldavos. Estos han creado asociaciones que promueven sus intereses y mantienen su identidad. Un ejemplo semejante es el GIB, Grupo de Iniciativa de Besarabia, fundado en 2006. Esta asociación fue creada por estudiantes de Cluj para defender los intereses y derechos de los estudiantes de Besarabia. Sus actividades se centran en dos ámbitos: facilitar la integración de los estudiantes moldavos y promover la cultura de Besarabia. Esta cultura se promueve con festivales y conferencias anuales, así como con conciertos de artistas de Besarabia. Por ejemplo, en 2009, la asociación organizó una conferencia para debatir acerca de la situación política en Moldavia antes de las elecciones generales. El Festival de Besarabia de 2009 reunió y promocionó a artistas de la República de Moldavia. El objetivo del festival era impulsar la identidad de Besarabia como parte del medio multicultural de Cluj.

La opinión sobre los moldavos ha cambiado significativamente en Cluj. En los años ‘90 se les llamaba de forma peyorativa “los rusos”. Los rusos eran los que vendían productos chinos y rusos en los mercados agroalimentarios de la ciudad, pero también eran los nuevos estudiantes procedentes de la República de Moldavia. Desde entonces, la percepción de los ciudadanos ha cambiado mucho, sobre todo porque la influencia de Besarabia se ha hecho notar de manera especial en la música y en los espectáculos televisivos. A día de hoy, la opinión sobre los estudiantes moldavos no es negativa. Un estudio de 2009 acerca de la vida de los moldavos de Cluj señaló que los estudiantes moldavos no se sienten rechazados o aislados por la comunidad mayoritaria. A veces se les considera ‘rusos’, pero los estudiantes moldavos creen que, en general, los estudiantes rumanos los tratan de igual a igual. Esta idea también está reforzada por las acciones sociales y culturales que fomenta el Estado rumano. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha financiado varios eventos y festivales para promover la identidad rumana en Moldavia.

A continuación nos centraremos en las modalidades de integración social de los estudiantes moldavos, por una parte, y los procedentes del Magreb y Asia Menor y Central por otra parte. Destacaremos las diferentes modalidades de socialización de ambos grupos de migrantes y expondremos las opiniones de los estudiantes tras el análisis de las veinte entrevistas, efectuadas a partes iguales con estos dos conjuntos de estudiantes. Finalmente, argumentamos que la diferencia cultural percibida y la decisión de regresar o no al país de origen influyen de manera decisiva en la socialidad de los migrantes.

Los estudiantes procedentes del Magreb y de Asia Menor y Central: percepciones sociales y socialidad diferenciada

Actualmente hay varios países desde los que siguen llegando estudiantes cada año. Su presencia en la ciudad se ha hecho muy visible sobre todo en los últimos años, cuando han empezado a ser más numerosos en los restaurantes orientales que han empezado a aparecer y, no menos importante, en la mezquita poco conocida de la zona de Haşdeu.

Estos estudiantes, que se presentan como personas de confesión musulmana, provienen especialmente de países como Túnez y otros países árabes de la zona del Golfo, pero también de Kazajstán, Pakistán o países de la Unión Europea. El incremento del número de los estudiantes extranjeros se debe al hecho de que los títulos universitarios obtenidos en Rumanía están reconocidos en los países de la Unión Europea desde el año 2007 y también porque estudiar en Rumanía es caro, pero comparativamente más barato que en otros países europeos. Los estudiantes musulmanes tienen que costearse los estudios y la gran mayoría tiene la intención de volver a sus países de origen. Los estudios en Rumanía se consideran una inversión para el futuro. Llegan a Cluj por las recomendaciones de sus parientes y conocidos que han estudiado, a su vez, en Cluj. A continuación describimos también las opiniones de estos estudiantes acerca de Cluj y su manera de percibir la actitud de los rumanos hacia los estudiantes extranjeros. En otras palabras, qué significa ser musulmán en Cluj.

La primera impresión de muchos de ellos al llegar a Cluj fue una ligera decepción. En general, los estudiantes no tenían informaciones sobre Rumanía y esperaban encontrar mucha más prosperidad en un país de la Unión Europea: “estaba un poco decepcionado, las infraestructuras y los edificios no son nada del otro mundo. La gente está bien, pero no habla inglés” (Ahmed[3]). Los estudiantes que llegan de Kazajstán tienen cierta familiaridad gracias al pasado comunista que comparten.  Además, ellos pueden entablar amistad con los estudiantes de Besarabia, con los que hablan en ruso. Tras el primer período de adaptación, los estudiantes consiguen adaptarse bien al contexto local. Los estudiantes musulmanes tienen algunos espacios de socialización. Mantienen relaciones de compañerismo con los estudiantes rumanos, pero las amistades las entablan dentro de los grupos de estudiantes extranjeros, especialmente musulmanes. Una de las causas de esta preferencia es también el hecho de que no acostumbran a tener plaza en las residencias y, cuando alquilan pisos, normalmente lo hacen en grupo. Para una parte de ellos, la llegada a Rumanía es una especie de liberación del control familiar y social, dado que en su país de origen los jóvenes están más sometidos a la autoridad parental en lo que respecta al ritmo de vida y las relaciones sociales. En general, reivindican diferencias culturales muy marcadas entre su sociedad de origen y la sociedad rumana, pero también el hecho de que en Rumanía “pueden hacer lo que quieran”. Los estudiantes se adaptan muy bien a la sociedad de Cluj. Consideran que pocas veces han tenido que aguantar actitudes racistas o comportamientos discriminatorios y, cuando se ha dado el caso, se trataba de personas mayores. Les parece que los estudiantes rumanos son tolerantes y que están interesados en entablar relaciones con ellos. En general, la sociedad de Cluj les parece una sociedad tranquila, donde hay seguridad cotidiana y tolerancia. El ambiente estudiantil es multicultural y junto a los estudiantes musulmanes hay estudiantes moldavos y de la Europa Occidental, que llegan sobre todo con becas Erasmus. Ello genera un ambiente agradable en Cluj y la mayor parte de los estudiantes musulmanes llegan a identificarse bastante con la ciudad. Cuando vuelven a casa, a sus países de origen, echan de menos la vida de Cluj.

Una diferencia marcada se da entre la integración social de los chicos y las chicas estudiantes. Mientras que los chicos prefieren socializarse entre ellos, interactúan ampliamente con estudiantes rumanos o de Europa Occidental. Las jóvenes musulmanas se aíslan de la sociedad estudiantil de Cluj, reduciendo así la interacción social al mínimo necesario. A los jóvenes estudiantes les interesa relacionarse con otros estudiantes, algo considerado muchas veces como una liberación social. Salen por la noche a menudo por los clubes de la ciudad, quieren relacionarse con chicas rumanas y organizar fiestas. Algunos de ellos estarían dispuestos a quedarse en Cluj si hubiera suficientes oportunidades de trabajo o negocios, pero todos coinciden en que este tipo de expectativas son poco realistas. Por esta razón, las relaciones con chicas rumanas se consideran temporales: tras el período de estudios en Rumanía, regresarán a sus países, donde las rumanas deberían adaptarse a otro sistema de valores mucho más tradicionalista. Para los chicos estudiantes, el matrimonio con una rumana debería contar con el consentimiento de sus progenitores, especialmente del padre, pero la diferencia cultural y religiosa parece representar un impedimento significativo. No obstante, para ellos la vida de estudiante significa muchas amistades nuevas, al menos durante la etapa de los estudios.

Para las estudiantes, la situación es diferente. Ellas prefieren cerrarse en unos círculos muy restringidos de estudiantes musulmanas. A menudo llevan el hiyab, la variante menos tradicionalista del velo islámico. A ellas les interesa menos relacionarse con los estudiantes rumanos y, en general, se quejan de que los jóvenes musulmanes van mucho a las discotecas. Otro lugar destacado de socialización para las estudiantes es la mezquita de la calle Păstorului, donde van a rezar y a leer. Este lugar no ofrece oportunidades de socialización aparte de los grupos de estudiantes musulmanes. Así, podemos distinguir dos modalidades de integración social de los estudiantes musulmanes: los jóvenes y las jóvenes se socializan especialmente en grupos de estudiantes musulmanes, pero los jóvenes son más propensos a relacionarse con estudiantes rumanos. Las jóvenes son más distantes, mientras que los jóvenes aprovechan las oportunidades de socialización en discotecas y bares de la ciudad. A pesar de todo ello, las relaciones con los rumanos son más bien temporales y se limitan a la duración de los estudios.

Los estudiantes moldavos: migración permanente e identificación con el contexto de la ciudad

A diferencia de los estudiantes musulmanes, los estudiantes moldavos tienen una modalidad totalmente diferente de integración social, basada sobre todo en sus planes de migración. Así como los estudiantes musulmanes tienen la intención de volver a sus países de origen, no ocurre lo mismo con los estudiantes moldavos. Para estos, la migración es definitiva y el período de estudios en Rumanía se considera decisivo en este sentido: “nosotros no queremos necesariamente ir a Rumanía, sino escapar, ir a otra parte” (Cosmin). Los estudiantes consideran que las diferencias culturales son mínimas entre ellos y los rumanos, y las únicas diferencias son el acento y ligeras diferencias lingüísticas. Ser estudiante universitario en Cluj es una cuestión de prestigio. Una parte de los estudiantes de Besarabia invierte mucho tiempo en la educación y considera que obtener buenos resultados los ayuda tanto a la hora de seguir migrando (o de quedarse en Rumanía), como en su desarrollo profesional. Además, los estudiantes de Besarabia que vienen a Cluj hablan rumano, lo que les facilita considerablemente el acceso al proceso educativo, la integración social y la relación con las instituciones locales. Tienen una imagen positiva de Cluj. Dado que provienen a menudo de pequeñas ciudades de la República de Moldavia, la vida estudiantil en Cluj representa un logro personal, una etapa muy útil para una posible migración posterior hacia países más occidentales de la Unión Europea. Además, la posibilidad de obtener la nacionalidad rumana les brinda verdaderas oportunidades de seguir emigrando. Consideran que se merecen el apoyo que les ofrece el Estado rumano para estudiar y el acceso a la nacionalidad rumana, puesto que aún se sienten rumanos ya que sus abuelos vivieron en una Rumanía que incluía entonces también la República de Moldavia. Los estudiantes entrevistados mencionaron el hecho de que no tienen muchos motivos para regresar a la República de Moldavia, que su vida se desarrolla en Cluj y que ya no tienen mucho en común con los amigos que se quedaron “en casa”. En general, mencionan la tolerancia del entorno de Cluj, pero también que se han enfrentado a situaciones en las que se les decía que “regresaran a Rusia”. El marco institucional les beneficia, pues tienen acceso a becas estatales y a plazas en las residencias universitarias. Esto es decisivo para las relaciones sociales que entablan en Cluj, ya que llegan a convivir y trabar amistad con rumanos. Las divergencias son menos frecuentes y mencionan que no existen problemas de comunicación con los jóvenes rumanos o húngaros. En la primera parte de la vida estudiantil, los moldavos participan activamente en el Grupo de Iniciativa de Besarabia de Cluj. El activismo en el marco del GIB se lleva a cabo sobre todo durante el primer año y les ayuda a socializarse y a encontrar nuevos amigos. Más tarde, sin embargo, los moldavos intentan entrar en otros grupos sociales y asociaciones. Para la mayoría de ellos, la estancia en Cluj es difícil. Las becas no son cuantiosas y los estudiantes extranjeros no tienen permiso de trabajo. Por eso, a muchos de ellos los mantienen económicamente sus padres durante todo el período de estudios. Quedarse en Cluj no es una solución, dadas las limitadas oportunidades económicas que ofrece la ciudad. Para la mayoría, la migración a Bucarest o a otros países europeos es la única opción de futuro.

En comparación con los estudiantes musulmanes, los moldavos son prácticamente “invisibles” en el espacio público. La diferencia cultural es mínima, pero a pesar de ello, los moldavos tienden a socializarse y a vivir en pareja y círculos moldavos. No obstante, este no es un acto consciente de “aislamiento” social y cultural, sino más bien una socialidad generada por la pragmática de la migración y de la integración social. Igualmente, el estatus de los moldavos es diferente al de los musulmanes. Mientras que los musulmanes son considerados estudiantes adinerados, los moldavos tienen que forjarse una posición social en un contexto económico adverso y con grandes limitaciones institucionales. Por este motivo, los moldavos se quejan de que, a pesar de sentirse (ser) rumanos, sus derechos son casi los mismos que los de los estudiantes musulmanes. Sin embargo, su acceso a las autoridades locales es directo gracias a la existencia del GIB, y por las diversas acciones culturales locales. El activismo en el marco de estas organizaciones locales no gubernamentales les brinda posibilidades adicionales de socialización y potenciales oportunidades económicas, razón por la que algunos de los estudiantes entrevistados también han sido activistas en otras ONG de Cluj.

Conclusiones

La inmigración universitaria en Cluj es un fenómeno en ciernes, pero en los últimos años ha empezado a adquirir envergadura. La oportunidad de estudiar a bajo coste, en un entorno abierto y variado, representa para los estudiantes de países con mayoría musulmana una oportunidad de obtener un título reconocido en Francia o en cualquier otro país de la Unión Europea. Para los estudiantes moldavos, estudiar en Cluj es una cuestión de prestigio, pero también la oportunidad de forjarse un futuro en Rumanía o en un país de la Europa Occidental. Los estudiantes musulmanes y moldavos perciben Cluj como una ciudad acogedora y tolerante, en la que pueden integrarse fácilmente. Las modalidades de integración, a través de relaciones con conocidos de la facultad para los estudiantes musulmanes, y gracias a las actividades asociativas y cívicas para los moldavos, indican la importancia de las razones fundamentales de emigración a otro país. Razones no solamente económicas, sino también relacionadas con una convergencia de factores institucionales y culturales que describen el contexto del país de acogida.

Referencias

Chiriac, Marian y Monica Robotin. 2006. Los desconocidos de al lado: residentes, refugiados, solicitantes de asilo, migrantes ilegales (Necunoscuţii de lângă noi: Rezidenţi, refugiaţi, solicitanţi de azil, migranţi ilegali).  [http://www.edrc.ro/docs/docs/necunoscutii_2006_final.pdf], 3 diciembre 2010.

Cluj4all. 7 de abril de 2010. ¡Aumenta el número de inmigrantes en Cluj! [http://beta.cluj4all.com/stiri/stirile-zilei/creste-numarul-imigrantilor-in-cluj/], 4 de diciembre de 2010 .

Etves, Antoaneta. 2008. El número de estudiantes extranjeros se ha duplicado. En Cotidianul.ro [http://old.cotidianul.ro/numarul_studentilor_straini_din_romania_s_a_dublat-44485.html], 13 de enero de 2011.

Instituto Nacional de Estadística. 2008. Estadística Anual. [www.insse.ro/cms/rw/pages/anuarstatistic2008.ro.do], 10 de febrero de 2011.

Popa, Adrian M. 9 de enero de 2009. Los musulmanes de Feleacu (Musulmanii de la poalele Feleacului). Monitorulcj.ro   [http://www.monitorulcj.ro/cms/site/m_cj/news/musulmanii_de_la_poalele_feleacului_55507.html], 13 de enero de 2011.



[1] Toma Burean es profesor en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Babeş Bolyai de Cluj-Napoca (Rumanía) y estudiante de doctorado en la Graduate School for Social Research, de la Academia de Ciencias de Polonia, de Varsovia (Polonia).

[2] Remus Gabriel Anghel, doctor, es investigador en el Instituto Rumano de Investigación en materia de Minorías Nacionales, de Cluj (Rumanía).

[3] En este artículo, los nombres de las personas entrevistadas son ficticios.